El lazo de amor (Chlorophytum comosum) se caracteriza por sus hojas largas y acintadas, que suelen ser verdes con franjas blancas o amarillas centrales, naciendo en roseta desde una base. Es una planta perenne de fácil cuidado que produce pequeñas flores blancas en racimos y se propaga fácilmente a través de hijuelos que cuelgan de largos tallos (estolones), lo que le da su nombre popular de planta araña. Es ideal para interiores y exteriores en semisombra, aprecia la luz indirecta y tolera períodos de sequía gracias a sus raíces que almacenan agua. 

Características morfológicas y de crecimiento

• Hojas: Largas y estrechas, de color verde brillante y con una o más franjas blancas o amarillas en el centro. Crecen en roseta desde la base.
• Crecimiento: Forma una mata que se expande hacia los lados. Las flores blancas surgen de largos tallos que terminan en "hijuelos" o nuevas plantas, que son las responsables de su apariencia colgante y de "araña".
• Raíces: Carnosas, lo que le permite almacenar agua y resistir la sequía.
• Flores: Pequeñas y de color blanco, que nacen en largas espigas o racimos desde el centro de la planta.

Cuidados y preferencias

• Luz: Prefiere la luz indirecta o semisombra. El sol directo puede quemar sus hojas.
• Riego: Moderado. Necesita más frecuencia en verano, pero siempre evitando el encharcamiento. En invierno, el riego debe ser menor.
• Sustrato: Se adapta a varios tipos de tierra, pero se beneficia de sustratos bien drenados y ligeros.
• Humedad: Le gusta la humedad ambiental, por lo que se recomienda pulverizar las hojas, especialmente en climas secos.
• Temperatura: Prefiere ambientes cálidos y estables. No tolera las heladas.
• Fertilización: Se recomienda abonar durante la primavera y el verano con un fertilizante líquido diluido en el agua de riego.